arcatora

ALGAS

 

En los designios del amanecer tu cuerpo es alga.
Sumergida en el mar, enaltecida,
de las profundidades surges, cadena vegetal
que enreda mis sentidos, razón a la deriva,
carnal y verde hiendes mi soledad marina,
movimiento de junco entre las ondas,
henchida voluntad de ser cosecha
recogida en el tiempo, oleaje de espuma,
la sola contemplación de tu tragedia
urge manos que naden en tu ayuda.

Si alguna vez seré será por ti
y por ti me alzaré sobre las olas
que hoy mecen mi desdén, mi adormecida
mirada ante tu mundo de vegetal
designio anochecida, sombra apenas
que emborrona mis sueños, espesa pesadilla
de navegar sin ti, alga en mi cuello
que a despertar me obliga.

 

 

AMORES

 

Amé el amor.
Amé durante mucho tiempo
en una mujer sola
a todas las mujeres.
Y en una sola madre
las he amado a todas,
incluida la propia,
tan lejana y dispersa
en mis recuerdos,
inaprensible y fugaz
como una vaharada de calor
en el frío de su temprana ausencia.

 

 

BAJO PRESIÓN


Quizá llegó el momento de encontrar otros brazos.
Demasiada presión anegando los diques.
Puede que no resistan las paredes de barro.
La piel se deshilacha, supuran las heridas
desde lo más profundo, donde brota el rencor.
Las fuentes del deseo manan incontenibles
desde los altos montes arrastrándolo todo:
la turba, el pedregal, las ramas y los lodos
bajan incontenibles, con furia de titanes
hasta las mansas aguas de la espera
formando remolinos, corrientes subterráneas,
fuerzas enloquecidas que amenazan la paz
de los durmientes que moran río abajo,
viviendo su cordura en catres amorosos,
no hay nadie en las compuertas ni en los aliviaderos,
vierte el agua apresada por los rebosaderos,
quizá llegó el momento de encontrar otro aliento.

 

 

ENCIELADOS

 

Hay que ver a los saurios bien evolucionados
Saber que están ahí en la noche acechando
Sobre los cementerios, sobre sus propios muertos
Bajo su cautiverio, sombríos mercenarios
Que se alzan como héroes de algún cuento soñado
Ignorantes pigmeos temerosos del cielo
Viviendo en el infierno de sus días contados
Ya no hay alba sin lucha porque siguen estando
Vigilantes y necios, pesadilla de siglos
Anclada en una playa sin arena y sin rastro
De vida en sulfurosas aguas y de olores tan rancios
Que ni el más sabio olvido consigue distanciarlos
Arden en sus hogueras, cilicios silenciados
Arden como las brujas y como los lagartos
Alejados del tiempo que ni les ha tocado
Porque siguen estando con ancla y fondeados
En su mundo de siempre, de felices tarados
Esperando la vida más allá de la vida
En cielos o en infiernos por ellos inventados.

 

 

ESTELAS  ERRÁTICAS

 

Parabólicos gimnastas de pensamiento

Asesinos en serie del sentimiento

Pues no es la hora del tango sino del beso

Que se muere en mis labios si no la tengo

 

Fuiste estela de sombra que en mi mirada

Se sintió luz estrella de una galaxia

Tan fría y tan lejana cual la distancia

De entregar sin amor un cuerpo con alas

 

Perversos planisferios que en mí dejaron

La huella de saber que entre dos miradas

Tiembla la ingenuidad de tristeza helada

El vuelco de mis ojos hacia mi alma

Consuela con olvido mi mar en calma

 

No me envíes las olas que en ti desata

La tempestad de verte sola olvidada

Pues sólo se es memoria de quien te ama

Y yo nunca te amé ciego cometa fuiste

Cruzando por mi cielo su estela errática.

 

 

FLORECIENTE

 

Te he visto florecer a espaldas de los hombres

Hacer de su dolor un sayo para tu protección

He visto los contenedores repletos de cadáveres

Y correr por tus muslos la sangre renegada

He visto como hiel clavarse en mi mirada

La pregunta de un mundo posible sin espadas

He visto y he sentido que en ti nunca hay respuesta

Para tanto dolor que ni entiendes  ni dejas

Que otros por ti lo intenten, aplacar tanta deuda

Con tantos impostores con las riendas sueltas

Si alguna vez llegaste fue para irte temprano

Con alguien que te salve o con cualquier marrano

La vida me sorprende regalando este canto

Cuando de ti esperaba, por amor, tanto y tanto

En la cueva tú sigues, jamás te has arriesgado

Más que a un tibio paseo bajo el sol levantando

No esperes más del hombre de lo que tú le has dado

Confusión y distancia y siempre un buen arado

Que le hunda las espaldas y le deje en el llano

Humilde y aplanado, dolorido y cansado

Mientras tú ibas buscando librarte de su abrazo

Y alcanzar tu destino en el oro soñado

O en la vana cruzada de tu guerra sin amo.

 

 

MAREA NEGRA

...
Hay manchas de petróleo tan extensas que cubren un país.
...
Seres antropomorfos caminan embreados por sus calles de pánico
con ojos luna llena y una bomba amarrada a su pecho.
...
Ríos de oro negro surcan la geografía del terror
bajo la mirada codiciosa de los bien pertrechados alquimistas.
...
Niños desharrapados y hambrientos juegan a la vida
y beben en los charcos de crudo la sed de su venganza.
...
Habrá nuevas desgracias cuando llegue el olvido.
...
Miradas de estupor clavadas en los charcos de sangre y los escombros.
...
Y una vez más la estúpida y cristiana, fundamental pregunta
clamando desgarrada hacia un cielo imposible
desde ornamentales jardines de recién segado césped
o elevadas cristaleras de un confortable hogar:
"¡¡¡ D i o s m í o, ¿ q u é h e m o s h e c h o p a r a m e r e c e r e s t o ? !!!

 

 

PASADIZOS

 

Los pasadizos del chantaje son oscuros y de un olor nauseabundo. El chantaje adopta formas inhumanas, impensables... inimaginables no, porque la imaginación, como sabemos, es eso que sólo puede superarlo la realidad y os aseguro que lo que os cuento es tan real e inhumano como pueda llegar a serlo el pensamiento:

 

He visto coños como catedrales góticas disparar misiles balísticos tierra-aire y alcanzar plenamente su destino.

 

He visto besos como losas pavimentando fríos atardeceres sin una puta noche que llevarse a la luna.

 

He visto abrazos pulpo sintinopuedovivir anunciado un alba sembrador de insomnios.

 

He visto amaneceres de marmórea inquietud y huidas bajo la nieve hacia la muerte en los bosques invernales.

 

He visto morir el amor a manos de los chantajes más viles jamás imaginados. Y he cerrado los ojos.

 

 

PIEL

 

Horizontes exactos,

iluminadas sendas,

fieles signos grabados

sobre madera muerta

recuperan un alba…

de triste palidez.

No olvides que es preciso

renovarse a diario,

renovar esperanzas

y abrir de paz en paz

las puertas del amor

aun con la certidumbre

de las nuevas heridas

que ha de sufrir la piel

cuando no es sólo envuelta

de orgánica materia

sino alberga en sus muros

una ilusión, un sueño:

¿vivir? ¿ser?...

 

 

SIN CONFIANZA


Bajo la luna grave de esta noche de abril
un cielo de azul anochecida
se derrama sobre tu piel de espera.

Somos a veces suave terciopelo
y otras guijarro, desgarramiento, hiel.

Somos en un momento todos los momentos
y al poco, sin saber, la nada somos.

El miedo es superior a todos los designios.

Se abre la noche en tus muslos desnudos
y no supiste hallar en mis palabras
la antesala del amor ante tus aguas.

Paralizados en nuestros camimar,
ni siquiera nos mueve la aventura.

Sopla el aliento en nuestra nuca
y pensamos detrás el huracán,
la tenebrosa caverna,
el fuego fenecido.

 

 

VALQUIRIAS

 

Hace tiempo que sueño con valquirias. Mujeres todo curvas, blancas como la luna, que habitan en mi alcoba en las horas nocturnas. Extenuado, al alba, las busco al despertar y sólo encuentro restos de la noche: humedades, dorados y ensortijados pelos de todos los tamaños, un olor como de algas marinas en la estancia flotando...

 

Pero hoy por fin la he visto, al despertar la he visto, una de ellas se ha quedado dormida aquí a mi lado.

 

La he contemplado un rato, a la luz de la mañana que lo inundaba todo, sin saber bien qué hacer, y luego la he besado, su boca rosa fuego en aquel rostro pálido que apenas parecía contener de la vida, con esfuerzo, algún hálito.

 

Abrió los ojos al sentir el roce de mis labios y entonces ha ocurrido: yo estaba en sus pupilas, con ellas, las valquirias, con ellas en mi cuarto, de amor iluminado. La he besado de nuevo, ha entreabierto sus labios para besar los míos, para dejarme paso... y después ha expirado.

 

Todavía no sé qué hacer con este cuerpo, con este cuerpo amado nacido de mis sueños, tendido aquí, tan muerto, tendido a mi costado.

 

 

VÍCTIMAS

 

No reconozco a los culpables.


Sólo veo víctimas de una desolación programada.


La ignorancia siempre es más grande que la piedad.


La tortura es una maquinación de la ignorancia.


Las máquinas hacen daño y duele mucho su frialdad.


Las mujeres están recién nacidas.


Apenas saben algo de las sucias maquinaciones.


Mi amor es un lago profundo.


No hay olas que vengan a joder su plenitud.


Amo al mar porque sabe como tu senda.


Tu senda es el destino que me alza sobre las olas.


No te pases con el oleaje porque me hundes.


Sigo pensando en ti cada día de mi vida.


Tu ausencia sobrepasa mis pensamientos.


Te veo hasta en las hojas que arrastra el viento.


Mi soledad me llena y me desborda.


Ya no puedo actuar ni esperar.


Sólo mirarme en el espejo para verte.


Cada día del resto de mi vida.


Y sin saber por qué.