A CONTRAPIEL

INTRODUCCION

 

El tiempo, ese adversario vorad, despiadado,

nos causa cada día un parto de estupores.

Víctimas del cansancio que imprimen los minutos

sobre el leve expirar de una caducidad ineludible,

devenimos en sombra, de cotidiana entrega camuflados,

por pasillos oscuros, iluminados tan sólo y fugazmente

por la luz del Deseo, enemigo mortal de la Costumbre.

 

Y es por ello que buscamos nuevas sendas

o nos salen al paso, miradas entreabiertas,

e intentamos reconstruir en otros brazos

arenosos castillos que el Tiempo ha ido minando

marea tras marea, embate de las aguas,

de agua somos, amor, ¿no lo has notado?

¿no sientes cómo el río de mi ser, casi remanso,

fluye al fin y abandona tu regazo?

 

 

 

NAUFRAGIOS

 

 

Presiento tu naufragio en mi respiración,

árido mundo, tanto mentirnos un amor

aprisionado en cárceles de carne,

negar el tiempo es negar el olvido,

la desmemoria al menos

de una época feliz a vuelo libre,

de una pasión ya extinta, amortajada.

 

Tan sólo queda el poso: una amistad.

Compañeros que fuimos media vida,

cómo no conservar en la memoria

los restos del naufragio presentido,

jamás podré decirte adiós

ni ofrecerte mi espalda.

 

En mi respiración, árido mundo,

quizás venga otra boca a naufragar de nuevo

y en nuevas bocas verteremos saliva

y restos de naufragios y aguijones

y una pasión cercana a la locura

y aguardaremos juntos el naufragio final,

aquél, el de las bocas cercenadas,

el del último aliento,

el por encima de todos presentido.

 

 

PERPLEJISMO

 

Después de compartir casi una vida,

de codo a codo combatir la soledad

y dibujar cada día en el aire una esperanza.

Después de navegar sobre tu piel

innumerables noches de placer y ternura,

marisma lenta o rauda catarata,

serenidad o vértigo, anudado a tus aguas.

 

Después de concebir un idioma común,

en transparencia abrirnos

e iluminar estancias y fisuras del alma,

a corazón abierto, boca de corazón,

desvaneciendo dudas más allá del dolor.

 

Después de ti, y de mí, esta antigua canción

seguirá planteando una estúpida incógnita:

¿quién eres...?

 

 

 

INCOMPRENSIÓN

 

Casi una vida arrimado a tus miedos,

sobre todo a ese miedo que tienes a la orilla,

quizás a naufragar en otras aguas.

 

Yo que fui navegante de las tuyas

y con las tuyas fabriqué la pócima

que me hizo surcar seguro otro oleaje,

¿cómo podría, dime amor, comprender tus miedos?

 

 

LUCIÉRNAGAS HERIDAS

 

Nos hemos ido yendo lentamente,

por corredores de sombra,

luciérnagas heridas, la noche nos delata,

hacia un lugar sin nombre, jamás debes nombrarlo,

donde tan sólo moran seres deshabitados,

inhabitable estancia de la Desesp....za.

 

 

CULPABLES

 

Un día nos tomaremos de las manos

frente a frente mirándonos

fijamente a los ojos

y nos diremos ya no queda futuro,

el presente es tan sólo un madero de náufrago

en el centro de la desolación.

 

Tratarás de encontrar un culpable,

te diré que lo somos los dos

por pretender vivir y ser vividos

en un mundo diseñado para muertos,

por intentar amar y ser amados

en un mundo temeroso del amor.

Quiero ver en tus ojos una media sonrisa,

un destello de luz brote de la memoria

recuperando un tiempo de compartido amor.

Tómame de las manos

y déjame soñar que ha valido la pena,

que al menos un instante

hemos hecho posible unir vida y pasión,

hemos sentido juntos el triunfo del amor.

 

 

CUANDO YA NADA IMPORTE

 

Cuando ya nada importe,

ni siquiera otro alba golpeando mi ventana;

cuando al fin la derrota

se extienda alrededor cual cenagosa charca;

cuando de mis pupilas

no broten sino sombras vagando en tu mirada;

cuando de nada sirvan

palabras nunca dichas ni caricias pensadas;

cuando ya nada importe,

entonces, sólo entonces, mentirás que me amabas.

 

 

 

Tú te fuiste con tus flores a otra parte...

Yo abandoné mi ataúd para no odiarte.

 

 

 

NIÑA ADORADA

 

Soñó que era luna, soñó que era flor

la niña adorada de mi corazón

soñó que era río, que cauce de amor

y al mar llegó un día y allí se me ahogó

la niña adorada de mi corazón.

 

Se apagó la luna, se quebró la flor,

se agostó su río, desterró al amor

cuando mar adentro sus sueños perdió

la niña adorada de mi corazón.

 

 

JUEGOS DE SOLEDAD

 

 

Niña de luz y de sombra,

de ternura y desamor,

no permitas que las penas

invadan tu corazón,

las lágrimas en tus ojos

te impedirán ver el Sol.

 

 

 

Aún queda mucha luz :

mira la negra noche salpicada de estrellas,

mira ese puro amarillo de abrasadora luz;

siente qué hondas raíces

te sujetan al centro de la Tierra,

al fondo de ese abismo oscuro e insondable

donde sin embargo la semilla es también brasa

y germina en la luz.

 

 

Resulta fácil y atractivo dejarse seducir por el abismo

y buscar en el vértigo

la necesaria convicción de estar aún vivos,

juegos de soledad:

caballos desbocados galopando tus venas,

usurpando un espacio destinado al amor;

 

rosas negras en campos solitarios

se ofrecen como amargas sacerdotisas del infierno;

rosas negras en campos labrados por las dudas,

abonados por el miedo,

quizás miedo a volar a solas con tus alas,

tal vez miedo a sentir, miedo a sentirte,

a ser al fin tú misma.

 

Mírate, tócate,

escucha los latidos de tu propio corazón...

estás viva, vivísima

y tan sólo el amor puede salvarte,

tu amor, tu propio amor,

el amor a ti misma.

 

 

ANSIEDAD

 

Pudo ser a través

de un pensativo pliegue de mi boca

o abriendo levemente

-de forma imperceptible-

mis párpados de sueño

o descendiendo ingrávida

por uno de mis poros

-simas siderales-

o navegando una gota de mi saliva

asomada a su piel...

¡No sé cómo diablos se me metió tan dentro!

 

 

CARACOLAS

 

Hay noches que son de pura mar

y uno se torna un poco caracola

y susurros de amor lleva al oído

de esa muchacha que en silencio adora.

 

Rumorosa marea y hasta un olor a mar

meciéndose en la arena de su alcoba

y una barca amarrada a pie de lecho

para cruzar la orilla con la aurora.

 

Cruza rauda en mi barca

esa mar que separa nuestras horas,

no precisarás brújula ni guía,

no has de temer al viento ni a las olas,

las aguas dormiré con bellos cantos,

después las sembraré de caracolas

que el viento hará sonar en tu viaje

para que el rumbo sigas sin demora.

 

Cuando despunte el alba hazte a la mar,

búscame allí en la orilla silenciosa,

donde el deseo y la esperanza moran,

donde la roca es corazón y anhela

que no la dejen con la mar a solas.

 

 

ELEMENTAL

 

Como si de aire fuera,

de un aire perfumado

por exóticas hierbas;

 

como si fuego fuera,

de un fuego abrasador

que sin arder te quema;

 

como si de agua fuera,

de un agua cristalina

del alma torrentera;

 

como si tierra fuera,

amante tierra fértil

que la semilla espera;

 

aventó mis fantasmas,

calcinó mis miserias,

inundó mi existencia,

germinó mis poemas.

 

 

ESCALAR LA ALBORADA

 

Quiero escalar contigo la alborada,

abrazarme a tu talle y subir alto:

hasta las praderías y rodar por tu hierba,

hasta el rumor del río y bañarme en tu espuma.

 

Quiero escalar contigo la alborada

y perderme en tus cumbres,

niebla fina bajo la pura luz borrando el horizonte,

inmersión húmeda,

         uterino retorno,

                   noche plácida,

estrellas colosales en mis manos sedientas,

cálida piel

              ternura

                        claridad.

 

PRIMAVERAL

 

         Luz, explosión de luz. Se inflaman los colores de la tarde sobre el verde paisaje salpicado de lirios y amapolas. Luz, explosión de luz cautiva en tu mirada que me hiere los ojos y que me incendia el alma.

         Sobre los verdes campos, sobre la hierba verde aplastada y jugosa, tu cuerpo florecido. Es primavera. En tus labios se dibuja una promesa de eternidad impronunciable. Llegar a ti, explotar tu interior, fundirme con tu luz, ascender a la luz. Es primavera, explosión de color, rojo sobre verde y de fondo el azul, azul celeste, azul en tu mirada azul. Punto de fuga. Adentro, el laberinto.

         Rodar campo a través hasta alcanzar el río. La espuma de los rápidos aprisiona tu luz. Tu cuerpo, poliedro en las burbujas, baña mi rostro y lame mis heridas. Tu piel es río fluyendo por mis venas. Río rojo, tibio sol del crepúsculo, reflejo cristalino, mirémonos de cerca sumergidos en el río, el agua nos acerca, somos agua, fluido. Y también primavera. Incendiemos las horas. Detener el tiempo es alcanzar la eternidad, instante eterno en nuestras manos sedientas rebosando ternura, plenitud.

         Cuando llegue la noche nos prestará la luna un vestido de luz. Luciérnagas seremos en la hierba. Grillos y cigarras entonarán un cántico de amor para nosotros, homenaje a la luz de nuestros cuerpos, a la profundidad de nuestra piel. Senderos luminarias surcarán la pradera y harán palidecer el plenilunio. Estelas en la noche. Hoy somos la luz y hoy somos el camino. Hoy somos primavera. Adentro, el laberinto.

 

 

 

 

 

RELOJ DE ARENA

 

La palabra reposando a los pies de la cama,

en el cuello del reloj la arena detenida,

la mirada clavada

         en un punto inconcreto

                   detrás de tus pupilas

y mi piel en tu piel:

dos mares incendiados

         donde áridos desiertos

                   de helada noche había,

dos sueños encontrados

         donde el único sueño

                   posible era una vida

en que nuestro reloj jamás se detenía.

 

 

ESA IMPOSIBLE CANCIÓN

 

Ese poema, mi amor,

ese ignorado poema de amor,

esa imposible canción quisiera regalarte,

notas de sangre y luz

penetrando en el torrente de tu sangre

a través de tus espejos irisados.

Ese poema, mi amor,

ese imposible canto de amor quisiera regalarte

y al fin llegar a ti,

poder llegar allí donde la piel ha fracasado

y la vana palabra, prosa torpe,

jamás podrá alcanzarte.

 

DES/ESPERA

 

Apuñalado corazón que anhela

el roce de tu piel o tu palabra

para mantener viva la Esperanza...

 

Y floreció el amor, cual primavera,

mi pecho ensangrentado por la espera.

Flores rojo pasión que con el tiempo,

de habitar lo oscuro, se tornaron negras.

 

 

MARIPOSA

 

La quería tanto, tanto, tanto...

que me aproximé a ella y le dije parece que va a llover.

Desplegó sus alas y se alejó volando de espaldas.

 

Y llovió, pero dentro, muy dentro,

donde la lluvia no pudiera perturbar su efímero vuelo.

 

 

NUBE BLANCA

 

Perseguidor de espumas y electrizantes sones,

¿cómo no habrías de ser puente o destino

de todas mis canciones?

 

Si nos nace el amor,

         si vivir es amar,

                   si por amor se muere

dime de qué manera no habrías tú de ser

mi anhelo tibio, mi caudalosa espera.

 

Vengo de ti y hacia ti voy;

sin Nube Blanca, sin ti no soy.

 

DÍA A DÍA

 

Aprendo día a día a quererte sin prisa,

sin ansiedad, sin fuego, la pasión hecha arena

que se demora terca en el cuello del tiempo,

de sal y agua empapado el que fue vasto manto,

suave como tu piel, abrasador desierto de deseos.

 

Aprendo día a día a quererte y te quiero

cada día más libre, cada día más tú, alas de viento

para salvar airosa las trampas del destino:

oscuros pasadizos de una infancia robada

que aún ruega a tu memoria un bálsamo de olvido;

cenagosas trincheras, parapetos absurdos

que hoy le dan alimento a tu voraz tristeza

y excusan tu obstinada renuncia del amor.

Aprendo día a día a quererte y te espero

cada día más nube, cada día más blanca,

vaporosa presencia, apenas con un beso

encenderás de nuevo la llama de mi amor.

 

 

NO CONOZCO TU CARA

 

No conozco tu cara.

A pesar de las veces que te he tenido cerca

compartiendo tu aliento, aire incendiado,

bocas vaciándose de áridas palabras

-cómo ser diferentes si no inundan el alma-,

no conozco tu cara.

 

A pesar de sentirte toda luz, toda agua

y aspirar en secreto esa suave fragancia

que nace de tus fuentes

                                poros

                                        simas

                                               miradas

meteoros siderales que me abrasan el alma,

no conozco tu cara.

 

A pesar de dejarme arrastrar por las ondas

de tu pelo meciéndose en el confín del aire

y espejado en tu rostro de tu azul anegarme

sólo veo tus ojos, no conozco tu cara.

 

 

SECRETO A VOCES

 

Es un secreto a voces que te busco en mis sueños

y te metes tan dentro que me llenas entero,

acaricias mis sentidos, nublas mis pensamientos

y se suman mis latidos a los tuyos

y se mezcla mi saliva con tus besos

y acaricias mis entrañas con tus senos

y se enredan en tus piernas mis deseos

y se pierden en tus pliegues hechos fuego,

se consumen en el fondo de tus sueños

devorados por la locura y el vértigo.

Es un secreto a voces que te huyo despierto,

que me quiero tan dentro que me muero de miedo

a perderme en tus simas, a soñarte despierto.

 

 

LABERINTO DE DESEOS

 

Me encanta urdir poemas

bajo la luz del alba cuando nadie nos ve

e imaginarte cerca, e imaginar que somos

un sólo laberinto de deseos perdidos

intentando encontrarse cuando nadie los ve.

 

Y recorro tus calles buscando una salida

hasta que cae la noche como una sombra herida

o me atrapa la niebla perdido en tus alturas

y extravío mis sueños

                   y se vela el deseo

                                      y detengo mis pasos

y me siento a esperar que amanezca de nuevo

para urdir más poemas cuando nadie nos ve...

 

 

PARIENDO VERSOS

 

Es por tu amor que estoy pariendo versos,

bellos poemas de amor desamparado,

que no por triste, umbría o desolada

es la belleza un yermo despoblado.

 

Es por tu amor que sueño y me desangro

en canciones espesas, rojo canto

de un corazón herido por la pena

de no escuchar el tuyo entre mis brazos.

 

Es por tu amor que espero y con mi espera

tejeré silencioso el blanco sayo

que ha de vestir la noche en retirada

cuando el alba sorprenda nuestro abrazo.

 

 

Es por tu amor que estoy pariendo versos,

bellos poemas de amor desesperado

y es por tu amor que si la muerte llega

mi último verso ha de gritar airado

de mi boca a la luz tu nombre amado.

 

 

ROTA ESPERA

 

He seguido tus pasos contra el amanecer,

perseguido tus huellas por calles solitarias

derramando silencios, desviando miradas,

mintiéndoteme bajo luces extrañas,

turbio neón, noche agotada,

engañosa presencia, ¿dónde estabas?...

 

Poder imaginar que te escondías

en algún pliegue de mi pensamiento,

que volabas feliz a impulsos de mi risa,

                                               de mis sentimientos...

 

Poder imaginarte en mí, tan cerca,

a menos un milímetro de mi existencia,

ya dentro de mi piel, plegada a ella,

sintiendo mi calor, mis turbulencias...

 

Espero tu invasión desesperadamente,

fluyendo por mis venas hasta el rincón oscuro,

invasión de la luz, de tu luz,

aguamarina senda,

he seguido tus pasos contra el amanecer,

perseguido tus huellas de implacable silencio...

 

¡Rompe mi espera!

                   ¡abrásame de luz!

                                      ¡surca mis venas!

 

 

 

 

 

SIDREJISMO

 

Anoche he vuelto a verte en el espejo,

reflejos verde sidra y canción roja,

fondo negro pasión porque no estabas,

aguamarina senda,

te llevo tan adentro que veo tu rostro

en todos los espejos que me miro,

tu rostro, tus ojos, tu azul...

 

No estabas y sonaban a derrota las canciones

y amargaba la sidra y era la risa burla

y la amistad un fraude agazapado,

zarpa hiriente al acecho en los bolsillos

donde antes manos tiernas extendidas;

pero no importa, amor, porque todo es mentira

y el único problema es que no estabas tú.

 

Quise abrazar tu figura en el espejo,

borracho iluso al país maravilloso,

sólo pude besar tus míos labios,

el frío cristal heló nuestra mirada,

te juro fue como besar a un muerto.

 

 

EROS SACRIFICADO

 

Me trae la noche el eco de tus pasos vacilantes,

nuevas sendas, ignoradas estancias.

 

Me trae la noche el olor de otros cuerpos

cincelando tus formas de estatua milenaria,

golpe a golpe tu piedra tornada tibia piel,

corazón palpitante y una interrogación en la mirada.

 

Me trae la noche tu grito encadenado,

victoriosa Afrodita, Eros sacrificado,

tu alma abierta en canal,

con las luces del alba vuelves de nuevo al mármol.

 

 

COMO UNA LOSA

 

Hay silencios que pesan como losa

sobre la tumba de un enterrado vivo,

oscuridad tan fría y angustiosa

como de eclipse eterno... detenido.

 

Y se cierne la noche misteriosa

sobre la claridad de los sentidos

y se marchita el pétalo en la rosa

y de espinas se cubre nuestro nido.

 

Todas las luces y las voces todas

sumidas en el profundo abismo

de una duda cruel, devastadora.

 

Tu vida, tu esperanza, tu destino

pendientes de que fluyan de su boca

las palabras que alumbren tu camino.

 

TRÁNSFUGA

 

Tránsfuga soy de ti, de tu silencio,

porque apenas me quedan primaveras

para entregarme a ti con dignidad,

tan tierno y bello como en ti me presiento.

 

Tránsfuga de tu piel, de tu belleza soy

porque el tiempo me apremia,

decrépito estandarte de tu amor no me quiero,

antes los crisantemos llorarán mi ataúd,

y los cipreses todos velarán mi tormento.

 

Tránsfuga de mis sueños, de los tuyos también

que alejados se nutren en cobarde agonía

de dolorosa espera que los hiere de muerte,

el tiempo, ¡ese bastardo!, los ha de rematar.

 

Tránfuga quiero ser de mi destino

que me ligó a una sombra

y sólo sombra gris depositó en mis manos

tan fría e inasible como vivir sin ti.

 

 

PODRÍA

 

Podría quemar hoy mismo mi equipaje,

abrir todas mis puertas,

orear enrarecidas estancias que apestan a cordura

y permitir tu entrada...

 

Podría decirte que te quiero

a través del más bello de todos los poemas:

aquél grabado a fuego en la mirada...

 

Podría inventar para ti un mundo nuevo

donde vivirnos juntos vaciados de pasado,

el mañana una interrogación a nuestra espalda,

el hoy  intensa luz en nuestras manos

para arrojarla al rostro de los ciegos,

pájaros azules, vuelo alto al sol del mediodía,

crepúsculo incendiado cada tarde,

noches de piel y luna nuestros sueños...

 

Podría, si quisieras, abandonar la sombra,

podría quemar después todas mis naves,

podría abandonar si me quisieras...

 

 

 

Llegaste como llega la brisa:

esparciendo perfumes

         removiendo los juncos

                   crispando la marisma.

 

Te fuiste como se va la brisa:

                                      soledad

                                               calma

                                                        anhelo de tu risa.

 

 

 

 

 

EL TÚNEL

 

Cómo vivir sin ser, cómo ser sin herir.

En el oscuro túnel de la duda

la silueta que el tiempo desdibuja

de un luminoso amor

ceñido como hiedra a mi cintura.

Allí comienza el túnel.

Al final otra luz, intensa como un sol,

temido encuentro

         esperanzado anhelo

                   de presencia a la vez

que palpita en mis sienes

ya cubiertas de blanca y monstruosa experiencia,

dolor y oscuridad inhabitables.

 

Déjame verte allí, en el otro extremo,

déjame soñar que aún es posible salir al sol

sin que tu luz me abrase

         sin que sus lágrimas

                   rompan mi corazón

                            me transformen en polvo.

 

Déjame sentir, sentiros

irrenunciable ayer

         presente vivo

                   futuro invocador

que rompe mis astucias

y desmorona mis justificaciones

         equívocas, cobardes

                   pero tan necesarias para sobrevivir.

Déjame sentir, sentiros

compartida ternura

         misma piel

                   único abismo

abierto a unas pupilas

que buscan mi mirada

a un lado y otro del túnel

e iluminan mi amarga oscuridad.

Cómo vivir sin ser, cómo ser sin herir.

 

SOSPECHA

 

Sospecho que te has ido y que no volverás.

Aún puedo ver en ti la sonrisa infantil

y escuchar los latidos de la inocencia

palpitar en tus pupilas,

-mirada limpia, la vida por vivir-

pero sospecho que te has ido y que no volverás.

Triste mirar huidizo

                  comedida sonrisa

                                      pura melancolía

de unos labios cansados de besar a las estatuas

y ese ademán de pájaros muertos en tus manos

te delatan, amor, no puedes engañarme,

sospecho que te has ido y jamás volverás.

 

 

Dicen que la distancia es el olvido.

Es cierto: he logrado olvidar tus azules pupilas

y ese dorado brillo de tu pelo en la hierba...

¡¡¿Dónde estás Nube Blanca?!!

 

ÚLTIMA PALABRA

 

Si vuelves, quédate.

Beberé de tus manos,

mi boca está desierta de palabras en tus brazos,

tan sólo beberé de tus manos,

oasis de mi agostada piel,

sombra bajo la luz abrasadora,

te regalaré todos mis silencios

si vuelves he de regalarte mi última palabra:

quédate.

 

 

AL FIN EN TI

 

Cuando al fin llegue a ti, Nube Blanca,

firmarán el armisticio las estrellas,

los astros todos detendrán su trayectoria

en ese instante infinito,

ajeno al devenir de las constelaciones,

en que nuestras bocas se fundan

en el más profundo y triste de los besos.

 

Cuando al fin llegue a ti, Nube Blanca,

brotarán en mi pecho dos corazones uno.

La sangre derramada en lágrimas de espera

arderá limpia y pura, sublime manantial,

en el sagrado crematorio de la fertilidad.

Nuestros hijos serán más bellos que los dioses...